Pandi... Pandi.

Eli y yo vivimos con dos perritas en un condominio, que queda cerca del final de una calle que se llama Santa Elena: Morita de 4 años y Pandi de 3. Durante el año pasado aprendimos que Pandi tiene una capacidad increíble de saltar muros, tanto salta que tuvimos que volver a cercar todo el perímetro de nuestra casa, Pandi había encontrado otro uso para su nombre: Pandi saltaba panderetas.

Dentro de todos los cierres perimetrales que reforzamos, el más importante es una pared de rejas que evita su paso hacia el frente de la casa, una zona que da a la calle. Así evitábamos en sus arranques de pandillera se escapara.

Junto con cercar, pusimos una cámara en las zonas en que Pandi podría querer salir, así que mientras estábamos fuera de la casa, revisábamos si estaba ansiosa o planificando algo.

Un día tipo 4 en la tarde, decidimos salir porque teníamos que comprar una lámpara, el lugar está a 30 minutos de la casa, así que era una salida corta. Yo manejando, y Eli comprobando de vez en cuando la cámara si esta daba alguna alerta, nada fuera de lo común, hasta que una notificación nos dice que Pandi está en la zona, un poco inquieta.

Nosotros llegando a la tienda de lámparas, buscando estacionamiento, mientras Eli ve a Pandi como saltando llega a un agujero pequeño que desestimé al momento de cercar y que por medio de él sale hacia el frente de la casa. Con la boca abierta, se acaba la búsqueda de estacionamiento mientras Pandi está dando vueltas en la zona del frente de la casa, y en vivo y en directo vemos como de un salto pasa el cerco de 2 metros que separa la casa de la calle. Pandi está suelta en la calle y ya no podemos verla.

Rápido doy la vuelta, Eli llama a conserjería para avisar que quizás Pandi pueda aparecer por ahí, pero probablemente, se quede cerca de la casa, Cintia de conserjeria le dice que no se preocupe, ella queda atenta, mientras corta entramos a la carretera para volver a la casa.

Vivimos en un condominio tranquilo y amigable, tan amigable que llegan conejos todos los días a comer pasto de los jardines centrales. Pandi sabe esto, porque cuando sale de paseo, se vuelve loca en cuanto los huele, les ladra y me ladra a mi también, sin entender porqué no puede ir a cazarlos para ayudar a tener variedad respecto al alimento que le damos todos los días. Ahora solo podemos confiar en Pandi y su autocontrol en no ir a perseguir conejos🫣

5 minutos de vuelta y nos llaman de conserjería: Pandi pasó por la portería, salió hacia la avenida principal corriendo como una loca, no es una avenida muy concurrida, pero hacia el final de la calle, se acaba todo y hay un campo y cerros, campo con conejos, cerros con muchos conejos.. Pandi los huele.

Mientras vamos de vuelta, la cámara nos muestra a Morita dando vueltas en la casa. Morita es mas pequeña y no alcanza a saltar lo mismo que Pandi, pero ahora mismo está desesperada porque no está su hermana, su hermana se escapó y la dejo sola, llorando como una Penélope, nosotros seguimos acercándonos al condominio.

Llegamos a Santa Elena, donde comienza la calle de los condominios y yo me bajo caminando mientras Eli sigue manejando, pensamos que de esta forma es mejor preguntar separados a personas que pueden haber visto a Pandi. Yo voy preguntando a personas que están paseando con sus mascotas si han visto una perrita blanca con manchas, pero nadie la vio. Eli pregunta en las conserjerías por si han visto pasar una perrita blanca con manchas negras pero tampoco, después de caminar 1 kilómetro por Santa Elena, llego a una obra en construcción donde me dicen que vieron un perrito blanco con manchas, uff! Por fin una pista!

Llega Eli, y me cuenta que en los demás condominios nadie ha visto a esta perrita así que es posible que haya pasado por aqui, me acerco a preguntar a más personas, pero se acaba esta calle, nadie más la vio.

Está empezando a oscurecer y nuestra perrita anda suelta, más allá de la obra hay un campo y cerros, si Pandi fue a perseguir conejos hacia allá solo podíamos esperar a que se canse y vuelva.

Pensando qué mas hacer, decidimos ir a la casa a buscar mi drone, aún quedaba algo de luz, así que desde el aire tendríamos mas chances de ver algo o directamente descartar un lugar, escribo un mensaje a los vecinos por si alguien se la topaba, pero nadie la había visto. Nos encontramos con seguridad ciudadana y les preguntamos si habían visto a la perrita, pero tampoco, quedamos en contacto por si la ven en su patrullaje.

De camino a nuestra casa le preguntamos nuevamente a la conserje si recuerda hacia que lado corrió y nos confirma que fue hacia la zona de construcción, al menos la pista se mantiene.

Entrando por los jardines del condominio que siempre atraen a esos conejos invasores y unos niños jugando nos dicen que la vieron pasar también muy rápido, seguro persiguiendo conejos, esperamos que no se haya desorientado, con tantas cosas que perseguir.

Rápidamente me bajo a buscar el drone, lo había usado la semana anterior así que al menos tenía una batería con media carga, hasta donde nos permita ver pensé.

Abro la puerta pensando donde guardé el drone y Morita se acerca feliz de verme tratando de decirme algo, claro, pobre preocupada por su hermana que se escapó, espero que la encontramos luego.. doy un hacia el pasillo y está Pandi frente a mi, esta sentada en el pasillo, moviendo la cola contenta de verme, le digo Pandi! Y se va a esconder al baño así como sabiendo que la había cagado.

Salgo y le digo a Eli que Pandi esta en la casa, probablemente durante nuestra búsqueda implacable Pandi volvió y salto de vuelta a la casa, esta adentro se metió al baño.

Eli volvió a salir a hablar con todos los conserjes para avisar que ya encontramos a la perrita, también a seguridad ciudadana que seguía haciendo rondas.

Pensando en la escapada de Pandi, a lo Mac Gyver y que silenciosamente volvió, sin darnos cuenta pienso en que por mucho control que queramos tener, hay veces en que tenemos que dejar que las cosas se resuelvan solas y confiar. No significa que voy a dejar el hoyo en la pared como estaba, de hecho subimos el muro y reforzamos todo el perímetro del patio, pero no todo esta bajo nuestro control, podemos hacer lo mejor dentro de nuestro alcance, pero hay condiciones ante las que no podemos hacer nada y al final del día, todo termina bien.

Matias Meza

Matias Meza

Santiago, Chile